"Las religiones, como las luciérnagas, necesitan de oscuridad para brillar".
- Arthur Schopenhauer
Divinidades supremas
Pietas: Protección y Confianza
El último guardián, El protector supremo, Aquel que nada teme
Pietas es el dios de la protección y la confianza mutua. Es paciente, compasivo y protector. Su poder se extiende sobre comunidades enteras, fortaleciéndolas contra el miedo y la desesperación.
Considera que el miedo es el mayor enemigo de la supervivencia, pues separa a las personas y genera conflictos. No busca la guerra, sino la unidad; no impone su voluntad con violencia, sino con la fe en la solidaridad.
Pietas exige acciones comprometidas con el bienestar de las comunidades. El cuidado de los huérfanos, la garantía de un trabajo digno, la protección de los ancianos y la defensa de los desamparados son sus principales mandatos. No exige sacrificios ni rituales, sino la voluntad de ayudar a quienes lo necesitan.
ImȮ: Conocimiento y Aprendizaje
ImȮ es la divinidad que rige sobre el conocimiento, el aprendizaje y la búsqueda incansable de la verdad. No es un dios de la fe ciega ni de la revelación mística, sino de la investigación, el descubrimiento y el progreso.
Se le invoca cuando las investigaciones se estancan, cuando los exploradores se enfrentan a lo desconocido o cuando la ciencia desafía los límites de lo comprendido.
ImȮ no es un dios que concede bendiciones a cambio de fe ciega; exige dedicación y esfuerzo intelectual. Su voluntad favorece a aquellos que descubren conocimientos olvidados y los transmiten a la sociedad, así como a quienes hacen sacrificios personales en pos del aprendizaje.
No es solo un protector de los eruditos, sino de todos aquellos que buscan comprender el mundo con método y razón.
Shantí: Justicia y Orden
Diosa que considera a la rectitud y la justicia como un deber necesario y no como algo opcional. Protege a aquellos que le rindan culto y restituyan el orden en el mundo, destruyendo a aquellos que generen caos tanto de forma activa como pasiva. Es la divinidad más venerada por los militares y los jueces.
Su voluntad es la de proteger a los débiles y castigar a los que se aprovechan de ellos. Además, considera que la justicia es un deber y no una opción, por lo que premia a aquellos que se esfuerzan por hacer lo correcto y castiga a los que se aprovechan de los débiles.
Randall: Suerte y Fortuna
Es el dios del destino, la suerte, el caos y el orden natural. Es un dios que favorece a aquellos que confíen en la suerte para resolver sus conflictos en lugar de la violencia.
Todo aquel que le rinda culto debe confiar en la suerte y en el destino para resolver sus problemas. No es un dios que favorezca la violencia, sino la resolución pacífica de conflictos, por ejemplo, mediante la utilización de los juegos de azar para la resolución de conflictos, respetando luego el resultado los mismos.
Cloe: Naturaleza y equilibrio
La madre omnipresente, La diosa de la naturaleza
Cloe es una de las divinidades a las que más tiempo se le lleva rindiendo culto. Es la diosa de la naturaleza y del equilibrio entre los seres vivos. Todo aquel que rinda culto a Cloe debe abogar por la protección de la naturaleza y del equilibrio entre los opuestos.
Sangita: Música y emociones
El melodioso, El armonioso, La voz del vacío
Este dios protege a todos aquellos individuos que comuniquen sus sentimientos y preocupaciones mediante la música, rindiéndole culto. Protege además a aquellos que vaguen por el mundo relatando historias reales, llevando noticias o mensajes por doquier.
Lograr la utilización de la música para provocar y transmitir emociones únicas. Ya sean de amor, placer, disgusto u odio.
Ikai: Cambio y evolución
El revolucionario, El Viento que Rompe Cadenas, La Tormenta del Renacimiento
Ikai es la divinidad que encarna el cambio en todas sus formas: la transformación personal, la caída de los imperios, la destrucción de lo viejo para dar paso a lo nuevo. Es el dios de la revolución, del caos que precede a la renovación y del fuego que purifica. Su esencia está en la inestabilidad, en la necesidad de evolución y en la fuerza que impulsa a los individuos y civilizaciones a romper sus propias limitaciones.
Ikai es impredecible, apasionado y desafiante. No es ni benévolo ni cruel, sino el impulso del destino que empuja hacia la evolución. Desprecia la estancación y castiga a quienes se aferran al pasado con miedo o codicia. Sin embargo, no es un destructor ciego: cada ruina que deja es el cimiento de una nueva creación.
Divinidades ascendidas
Turuk: Poder arcano
Turuk fue el primer dios ascendido de la historia de Fendei, se convirtió en un serafín y tenía el poder de modificar la realidad a su antojo, estando en todos lados a la vez.
Se desconoce la voluntad actual de Turuk debido a su desaparición luego de su caída.
Umoya: Esfuerzo y superación
Umoya es la representación de la voluntad absoluta y el esfuerzo incansable. No recibió su poder por gracia divina ni por artefactos externos, sino que lo forjó con su propia determinación. Su esencia no es la benevolencia ni la imposición, sino la inspiración: aquellos que buscan superarse pueden recurrir a él para encontrar la fuerza que yace en su interior. Es el dios de la Tierra no solo porque la domina sin runas ni Dóminus, sino porque, como la roca y la montaña, es inamovible ante la adversidad.
Umoya es severo pero justo, distante pero inspirador. No concede favores a quienes buscan atajos, sino a quienes están dispuestos a trabajar por sus metas. Su voluntad es que cada ser alcance su máximo potencial a través del esfuerzo genuino. No impone caminos, sino que desafía a cada individuo a descubrir su propia verdad y propósito.
Vremya: Tiempo y destino
Vremya es la personificación del tiempo en todas sus formas. Él sostiene el flujo del pasado, el presente y el futuro, asegurando que cada instante ocurra como debe. Es el guardián del equilibrio temporal, el arquitecto del destino y el juez de quienes intentan desafiar el curso natural de los acontecimientos. No es un dios cruel, pero tampoco es misericordioso: el tiempo avanza sin detenerse y castiga a quienes buscan romper su orden.
Vremya es paciente, implacable y sabio. Su voluntad es preservar la estabilidad del tiempo y evitar que fuerzas externas lo alteren de manera caótica. No interfiere en el curso de la historia a menos que sea estrictamente necesario, pero actúa con dureza contra quienes intentan manipular el tiempo de manera irresponsable. Para él, cada momento tiene su propósito y su lugar en la gran red del destino.
Orin
Divinidad en desarrollo.
Zoe
Divinidad en desarrollo.